Tipos y características de las mesas de poker

Hay una amplia variedad en lo que a mesas para jugar al póker se refiere; las diferencias estriban sobre todo en su forma, tamaño y color. Lo primero que hay que considerar a la hora de escoger la mesa de póker ideal para nosotros es la cantidad de jugadores que la van a emplear de forma habitual. Por lo tanto, si las partidas a celebrar nunca sobrepasan los cuatro participantes por ejemplo, no tiene sentido adquirir una gran mesa para 10 jugadores, que puede resultar muy incómoda.

mesas pokerEn los casinos se suelen emplear mesas de tamaño estándar, pensadas para 10 jugadores de póker. La altura de estas mesas es de 75 cm; su ancho ronda los 120 m, y la longitud suele oscilar entre los 220 y los 250 cm. En el centro de la mesa siempre se establece un puesto para el “dealer” o encargado de repartir las cartas; el peso total de estos grandes muebles puede llegar a sobrepasar los 100 kg. Además de estas enormes mesas, existen también opciones más pequeñas de forma ovalada o redonda. Éstas están pensadas para la intervención de entre dos y ocho participantes, mientras que las mesas con forma de octógono son perfectas para partidas con ocho jugadores como máximo.

Antes de decidirnos por una mesa u otra, hay una serie de detalles a tomar en consideración. En primer lugar, tener en cuenta que cada jugador necesita un espacio como de 50 cm más o menos para poder sentirse cómodo en el juego. Esto significa que la típica mesa ovalada de medidas estandarizadas (220 x 120 cm) tiene cabida para tres jugadores en cada uno de sus lados, y otros cuatro situados en los extremos, dos a dos.

¿Cuál es el problema más importante de comprarse una mesa profesional de  póker? Evidentemente, su tamaño y su peso. Estos muebles requieren una gran sala donde ubicarlos, y también un emplazamiento fijo, ya que su traslado es muy complicado. Si se desea tener una mesa profesional, pero no se dispone de un lugar fijo para ubicarla, una buena opción son las mesas con patas desplegables, muy fáciles de colocar y de recoger. Por supuesto, su calidad es menor que la de las profesionales, pero a cambio son mucho más económicas, y su peso sólo ronda los 40 kg.

En cuanto a los Tapetes para jugar al póker, a continuación tienes toda la información necesaria sobre cómo escoger los más adecuados.

 

Tapetes para jugar al póker

En las casas actuales es muy complicado encontrar un lugar para colocar una mesa de póker, debido a su reducido tamaño. Pero esto no significa que debamos renunciar a jugar al póker con profesionalidad. Si no disponemos de una mesa o queremos algo más barato, siempre se puede adquirir un tapete para jugar al póker, o bien un modelo no flexible y plegable.

Por supuesto, la primera opción (y lógicamente la más barata) es adquirir un trozo de fieltro verde y emplearlo como base para las partidas. Claro que no se trata de una solución muy profesional que digamos, y además lo más normal es que el fieltro se arrugue a lo largo de la partida, complicando la tarea de repartir y recoger las cartas. Y si contamos con las pilas de fichas que se colocan sobre la mesa, al final la partida puede terminar siendo un auténtico caos.

Hay que ser profesionales, y nosotros te proponemos que emplees tapetes realizados con fieltro especial, con un espesor de dos centímetros y medio y una base de caucho que los hace antideslizantes y evita que se muevan o se arruguen. Estos modelos se enrollan y se pueden guardar sin problemas, pero aún así conservan su aspecto profesional gracias a su revestimiento de caucho.

Eso sí, si lo que queremos es un tapete de alta gama, lo mejor es escoger los de tipo rígido (no flexibles) que se pueden plegar. El aspecto que ofrecen una vez montados es bastante mejor que el de los tapetes de fieltro enrollables; además, los modelos más económicos salen casi por el mismo precio que éstos. Lo cierto es que ocupan más espacio a la hora de guardarlos, y como son algo más pesados, los gastos de envío cuando compremos uno de estos tapetes por Internet serán algo más altos.

Estos tapetes rígidos pueden adoptar dos formas: ovalada o de octógono. Sirven para partidas de entre 8 y 10 participantes, y podemos encontrar una amplia variedad de modelos según su calidad. Dentro de los modelos más económicos, encontraremos opciones más que aceptables, con sus correspondientes posavasos y guarda-fichas. Resultan mucho más estables que los enrollables a la hora de colocarlos sobre la mesa, ya que pesan alrededor de 11-13 kg. Los más caros dentro de este campo son aquéllos que pesan alrededor de 23 kg; esto es así por que, además de resultar más estables aún, disponen de prácticos sujeta-brazos similares a los de las mesas de  póker profesionales. Eso sí, también tienen sus desventajas: al recogerlos ocupan bastante más, y lógicamente su precio es más alto.