Materiales: papel-cartón y plástico

Los dos tipos de cartas o naipes de póker más habituales tienen que ver con el material del que están hechas. Pueden ser de plástico o de papel-cartón (cartulina) plastificado. La calidad de las cartas, así como su resistencia y su durabilidad, dependen precisamente del material. Por supuesto, las más económicas son las que están fabricadas en cartulina o papel-cartón, recubiertas por una fina lámina plastificada por ambas caras; pero también es cierto que son mucho menos resistentes. Estos naipes pueden aguantar bien uno o dos torneos, pero los de plástico pueden llegar a durar dos años o más, según las veces que las utilices al año.

 

cartas pokerCierto es que da igual de qué estén hechas las cartas a la hora de ganar o perder; pero también lo es que pueden tener una fuerte influencia en las partidas. Los naipes de cartulina son mucho más fáciles de marcar o señalar, y además resultan incómodas para repartir. Y por supuesto, en el caso de que alguna de ellas se manchara, ya puedes olvidarte de toda la baraja. Estas cartas son muy baratas, costando alrededor de 1 o 2 euros la baraja; además, se pueden comprar en lotes de varias barajas, lo que abarata aún más su coste. En el caso de que estés organizando una partida o torneo y hayas comprado una baraja de cartulina, no la desempaquetes; deja que sean los participantes quienes retiren el plástico y el precinto antes de empezar a jugar. Aunque no se trate de naipes de primera calidad, resulta muy agradable comprobar que se trata de cartas totalmente nuevas y sin estrenar.

 

La otra opción son los naipes de plástico. Lógicamente, son mucho más duraderos que los de papel-cartón, así como más cómodos a la hora de repartirlos, mezclarlos y recogerlos. Sus ventajas son muchas: es mucho más difícil doblarlos, estropearlos o rasgarlos, y recuperan bien su forma inicial. Otro plus es que resulta más complicado marcarlos, y se manchan mucho menos. Durante las partidas de póker, es habitual que los jugadores coloquen sus cartas sobre la mesa, boca abajo, y se limiten a levantar una esquina para saber cuál es cada una. Por esta razón las cartas de papel-cartón quedan combadas y tardan en volver a su ser, mientras que las de plástico recuperan inmediatamente su forma.

 

Otra ventaja de estos naipes es que son lavables; cuando se manchan, basta con pasarles una bayeta húmeda, quizás con un poco de jabón, para limpiarlas. Así ya no hay problema si los jugadores quieren tomarse una copa o picar algo a lo largo de la partida. Estas cartas salen por unos 8 euros la baraja, según cuál sea la marca y el fabricante. Esto significa que son bastante más caras que las de cartulina, pero aún así se trata de un precio muy asequible, y si juegas al póker de forma regular te saldrán muy rentables. Y comprobarás que, una vez juegues una partida con cartas plásticas, ya no querrás saber nada de los naipes de menor calidad.