Clasificación de las fichas según sus materiales
Dependiendo del material con el que estén realizadas, las fichas de póker se pueden clasificar en tres clases: fichas de plástico, fichas de resinas y metal y fichas de material cerámico.
Hay muchos jugadores a quienes no les preocupa la calidad o la belleza de las fichas con las que juegan, y dedican su atención al juego en sí. Para ellos, las fichas de plástico corrientes son una buena opción; están disponibles en grandes almacenes y jugueterías. Otra posibilidad es utilizar fichas de otros juegos, como el parchís. El inconveniente más grande de estas fichas, aparte de su poco atractivo, es su poco peso; es muy complicado colocarlas haciendo pilas o torres, y también son incómodas de contar.
Las fichas de resina están realizadas a partir de ABS, un material mezcla de resina termoplástica y un elastómero que resulta duro y resistente. Para aportarles peso y entidad, estas fichas llevan un añadido metálico en su interior. En este grupo encontramos muchas calidades distintas, y lógicamente, diversos precios. Pueden adquirirse kits desde 25 €, de la marca Dice; pero la opción más lujosa son las fichas Las Vegas. Estas fichas presentan un tacto similar al de las fichas cerámicas, y un curioso sonido metálico cuando chocan entre sí. Los maletines de fichas Las Vegas pueden llegar a tener un precio de hasta 100 €; como curiosidad, mencionar que los casinos suelen emplearlas por su extrema resistencia.
La opción más cara son las fichas cerámicas (también llamadas fichas moldeadas). Su precio puede llegar a ser exorbitado: hasta 500 euros por maletín o kit de fichas completo. Las más modernas están realizadas a base de un material cerámico de última generación, mucho más resistente que el habitual; aún así, siguen siendo más frágiles que las de resinas. Su composición incluye materiales pétreos, como la arena, el carbonato cálcico, la arcilla y/o la creta.
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